martes, 5 de julio de 2011

Latidos y Mordiscos...Dinero rosa



Así se denomina desde hace unos años al creciente poder adquisitivo del autodenominado colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), aunque realmente quien lo ejerza sean los gays (o gais, que para esto la anquilosada Real Academia sí funciona).
Aún a riesgo de crear la primera polémica con mis escritos, estoy en contra del Día del Orgullo Gay, como estoy en contra de cualquier día de… ¿Alguien conoce un día más estúpido que el Día de la Tierra? ¿Acaso hay alguien que sea de Marte?
Si lo que se reclama es la normalidad y la plena integración, no tiene lugar un día en el que los supuestos reclamantes vayan más disfrazados que vestidos, y más desnudos que con ropa. Sin embargo, no nos engañemos, los verdaderos activistas, los gays y lesbianas que luchan día a día por sus derechos y por los de la sociedad no van de esas guisas. Simple y sencillamente porque muchas veces ni tienen libertad para hacerlo. Fuera de los desfiles multicolores, plagados de drag queens de inverosímiles plataformas, están las mujeres y los hombres que no sólo sufren la ignorancia y la injusticia de dictaduras que no entienden una sexualidad distinta, sino de las propias sociedades democráticas occidentales, porque si puede generar incomprensión ser homosexual, más lo hace el ser lesbiana. Como en otros muchos aspectos de la vida, quienes tienen el poder han aprovechado un día de lucha para convertirlo en una lucrativa semana de fiesta. En fin, todo sea por la fiesta.

autor Azañas.

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