viernes, 1 de enero de 2010

La dictadura de la Navidad

No sé si visteis el corto de animación «Feliz Madagascar». Pues bien, un simpático lemúrido intenta inculcar a nuestros pequeños el espíritu navideño a base de regalar, pues según él, el regalar objetos materiales es compartir. Detrás de este aparentemente ingenuo acto se esconde una evidente realidad: la Navidad es un gran negocio. Quienes realizaron el film confunden o nos intentan confundir, haciéndonos creer que consumismo y solidaridad es lo mismo. No tengo dudas que para la Coca-Cola sea así, sobre todo teniendo en cuenta que son unos de los grandes constructores del actual mito navideño, porque gracias a su campaña publicitaria de principios del XX todos sabemos que el ínclito Santa Claus es un personaje gordinflón de barba luenga y vestidos rojiblancos (como los colores de la compañía, mira por dónde).
En fin, no sé si el género humano necesita tener un supuesto ciclo estacional de esperanza y confraternización –que justificara la occidental y cristiana Navidad- pero desde luego, lo que no soporto es que me pretendan hacer partícipe de esta magna mentira. ¿Os he obligado alguna vez yo a celebrar mi 14 de Abril?

autor AÑAZAS

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