jueves, 1 de abril de 2010

Su 18 de Julio, mi 14 de Abril

“Artículo 1º. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”. Así comienza la Constitución de 1931, la primera verdaderamente democrática que tuvimos. Así comenzaba un período esperanzador de libertades, cultura y modernización que supuso a nuestro país un soplo de aire fresco, una ventana al rancio solar hispánico “de cerrado y sacristía”, que diría –el también republicano- Antonio Machado. Pero no, frente a lo que muchos piensan, decir república no es decir pasado, no es evocar nostálgicamente lo que pudo ser, conformándonos con la monarquía que tenemos y su corrupto sistema. República equivale a futuro, pero tampoco a un futuro utópico, irrealizable, que otros nos recriminan. Hace unos años, la encuesta del CIS sobre el tema de la jefatura del Estado arrojaba la cifra de 8 millones de republicanos. En un país de más de 40 millones de almas -¿católicas, apostólicas y romanas como su cabeza, don Juan Carlos de Borbón?- decir que somos 8 millones puede sonar a poco, pero cuando unos pocos millones de personas dicen República, es que otros millones piensan, miedo. El miedo y la monarquía son aliados tan ancestrales como la dinastía que nos reina pero no gobierna; la República es la luz, la esperanza de esos, que Juan Ramón Jiménez –republicano también, ¿curioso?- declaraba “inmensa minoría”. Estamos en abril, ¡Viva la República!

autor AZAÑAS

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