sábado, 9 de abril de 2011

LATIDOS Y MORDISCOS...¿Nucleares?, no gracias.

Ése fue el lema que en los ochenta acompañaba a un simpático sol, cuando a la campaña contra la entrada en la OTAN se sumó la nueva fuerza del ecologismo en nuestro país.
Debido a la desgracia de Fukushima, aún pendiente de saber cómo de mala va a ser, me indigna la defensa que la derecha más recalcitrante y los poderes económicos siguen haciendo de la energía nuclear. Me ruboriza que mucha gente siga defendiendo la “seguridad” de la energía nuclear. Si Ismael Serrano cantaba que el amor es eterno mientras dura, se podría afirmar que una central nuclear es segura… hasta que pasa algo. Y con ello el tremendo problema de los residuos radiactivos, regalo envenenado que heredarán nuestros hijos, sus hijos, ad aeternum. Porque, no curiosamente, respecto a este asunto nos vuelven a vender la seguridad y las ventajas que ofrece tener un ATC (Almacén ¿Temporal? Centralizado). Vaya, pues si es tan bueno tener un cementerio nuclear, ¿por qué no lo instaláis bajo vuestros campos de golf? Que no nos vendan motos, el único cementerio rentable es el cenotafio del Rey en Graceland (pues todo el mundo sabe que Elvis está vivo).

autor AZAÑAS

1 comentario:

  1. espero q Fukushima sirva para despertar el sentido comun en este pais y sea el fin de la energia nuclear. un saludo.

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