lunes, 1 de agosto de 2011

Latidos y mordiscos...Sobre fosas y mausoleos


Según cuenta la tradición, Mausolo, un sátrapa de los denominados reinos helénicos, sufragó una tumba para sí, arquitectónicamente tan magnífica que cuando un enterramiento tiene cierta envergadura se lo denomina mausoleo. Bien, Franco, que pese a lo que diga el Catedrático de Historia Medieval Luis Suárez, sí fue un dictador, dictador que teniendo en cuenta su intitulación de caudillo (como lo fue Viriato), hubiera querido ser un sátrapa helenizado, también erigió su mausoleo.
Hablo lógicamente del faraónico complejo levantado en el Valle de Cuelgamuros, para él y para José Antonio Primo de Rivera, que para ser conocido como “El Ausente”, buena cruz tiene en el mapa… Siguiendo con los paralelismos con el mundo antiguo, también esta moderna pirámide fue levantada con el sudor y la sangre de su pueblo.
Llegado el momento presente y con una Ley de Memoria Histórica aprobada, después de pasar más de 30 años de la muerte del Comandantín –que así le llamaba el también medievalista don Claudio Sánchez Albornoz a Franco-, se plantea qué hacer con la tumba del último dictador fascista, sin parangón en el mundo pues los amiguísimos del Generalísmo, Mussolini y Hitler, no pudieron emular al ferrolano.
Para mí, el debate sobre convertir el complejo en un museo o volarlo directamente no puede ser excusa para llevar a cabo inmediatamente algo que debió suceder hace décadas: sacar los restos de José Antonio y de Franco a los panteones de sus respectivas familias. Y mientras tanto, miles de personas en fosas comunes aún en las cunetas…

autor AZAÑAS.

2 comentarios:

  1. felicitaciones por el articulo,siempre es un placer leerlos,y mas con los tiempos q corren; llenos de desinformacion y falta de rigor un saludo

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  2. Que buena pluma tiene este Azañas del siglo XXI, Carajo!

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