sábado, 14 de abril de 2012

Latidos y Mordiscos...Lo que entierran no son huesos, son las semillas que van creciendo

Este es el impactante estribillo elegido por Barricada en su canción homenaje a los maestros republicanos, en ese magnífico libro-disco que se llama La tierra está sorda. El pasado viernes 30 de marzo, la Universidad de Valladolid realizó un homenaje al personal de enseñanza de la provincia, que por su profesión de fe republicana había sufrido la depuración cuando no la muerte por parte de las autoridades franquistas. Como colofón de ello y en instalaciones que la UVa tiene en el centro de la ciudad, la mañana siguiente, el Ateneo Republicano de Valladolid, con la desinteresada ayuda del muralista y cartelista Manuel Sierra llevó a cabo un mural popular, con motivo y título “La alegría de la República”. Cuál sería la sorpresa cuando un día después ya había sufrido los garabatos infantiloides de algún niñato de la derecha que piensa que la capital comunera sigue siendo la Fachadolid que una lumbrera de Interviú inventó. Sin embargo, esto no fue lo más indignante. Lo peor vino de parte de un representante democrático, elegido por mayoría absoluta, pero que se cree representante del absolutismo teocrático que les costara la cabeza al británico rey Carlos I y al francés monarca Luis XVI: el alcalde anuncia la intención municipal de eliminar la ¿pintada? Es decir, un mural realizado por un conocido y respetado artista a nivel nacional y con los permisos correspondientes del dueño de la pared (la Universidad), es equiparado al graffiti soez de cualquier borracho de sábado. Y esto, por supuesto, amparado en la más absoluta legalidad; su legalidad, la de la Ordenanza Antivandalismo, refrito de un texto anteriormente ya cuestionado por los tribunales por la anticonstitucionalidad de la mayor parte de sus artículos. Es lamentable que unos dibujos artísticos, con voluntad de homenajear a quienes tanto dieran pidiendo tan poco, sea el objeto de la furia de la derecha de siempre, la que ganó la guerra civil que ellos mismos provocaran. Sierra ya ha anunciado que si el Ayuntamiento del Partido Popular elimina su mural, él pintará dos. Las ideas no se pueden borrar, como tampoco la memoria. La semilla de la democracia sigue creciendo: ahora y siempre, ¡Viva la República!

autor Azañas.

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