martes, 1 de diciembre de 2009

Más vinagre en la música y rosas en las letras.

El resumen que puedo hacer del esperado nuevo trabajo del maestro Joaquín Sabina es que el vinagre es para la música y las rosas son para las letras.

Nos encontramos con canciones muy ricas en cuanto a los textos, aunque JS comparte la coautoría en 10 de los 14 temas con su amigo y poeta Benjamín Prado con el que viajó a Praga en busca de inspiración y "aprovechando" el mal momento sentimental que pasaba Benjamín y ante la escasez de ideas y sensaciones en las que se encontraba el cantante, y que él mismo ha calificado como feliz vida domestica.

Y es que ya nada queda de aquel JS canalla y callejero, estos últimos años parece estar más preocupado por las arrugas de su cara y de la poesía por encima de la música, donde parece sentirse más cómodo en su faceta de poeta que de cantante. Cierto es que los años también pasan para el de Úbeda y que el cambio que se produjo en su forma de vida debe ir acorde con la manera de componer, no podemos exijirle aquellas letras que nacian de la noche porque como él mismo canta ya no cierro los bares ni hago tantos excesos.

La música y producción corre a cuenta de sus fieles escuderos de siempre García de Diego y Pancho Varona, y tal vez el talón de aquiles de sus últimos discos (llama la atención que la que posiblemente sea su obra maestra 19 días y 500 noches estuviera bajo la producción de Alejo Stivel) La música nos suena a algo que ya hemos oído con anterioridad, un más de lo mismo donde parece que los productores se niegan a querer cambiar o arriesgar y donde JS parece no querer asumir.

Afortunadamente al menos dos canciones (Tiramisú de Limón y Embustera) son producidas y tocadas por Ruben y Leiva (Pereza) que le dan esa frescura musical que necesita el disco.

En definitiva destaquemos como positivo que Vinagre y Rosas este al menos por encima de sus dos últimos trabajos (Alivio de luto y Dímelo en la Calle )dos discos llenos de altibajos.
Podremos disfrutar más de este álbum si conseguimos no pensar en que hubo un pasado musical mejor (Física y química; Esta boca es mía; Yo, mi, me, contigo...)y si nos viene la nostalgia del mejor Sabina siempre podremos ir a la estantería y recurrir a ellos.

6 comentarios:

  1. todavía no me he decidido a escucharlo, pero supongo que algún día lo haré, me da un poco de vértigo

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  2. Palabras con las que estoy bastante de acuerdo.

    Apunte en lanzamientos diciembre:

    Ilegales: 126 canciones ilegales (box), para el 14 de diciembre.

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  3. Ni es tan malo como dicen algunos y tan bueno como dicen otros pero le has dado en el clavo con eso de que esperamos de Sabina si ya es un carcaman, cuando uno empieza a componer canciones a sus hijas, entra en decadencia.

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  4. Todavía no lo he escuchado.
    Pero con este panorama no me hago demasiadas ilusiones.

    Besos ♥

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  5. A mí me parece un buen disco, el mejor de Sabina en estudio desde 19 dias y 500 noches. Sí, la mayor parte de los temas suenan a otros anteriores y la producción es "repetitiva", pero escribir joyas como Cristales de bohemia y Agua pasada estan al alcance de muy pocos. por contra, Tiramisu de limon y Embustera efectivamente le dan un toque distinto al album, pero a mí no me parecen las mejores ni pienso deberia ser el camino por el que Sabina deba seguir.

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  6. Buen análisis, Edu.
    Me parece que coincidimos bastante. Para mí su "19 días y 500 noches" y su "Física y Química" serán siempre insuperables...

    Saludos

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