martes, 27 de julio de 2010

Rosendo erre que erre



Que Rosendo Mercado tiene desde hace años ganado el paraíso del rock, nadie lo duda, pero que sus discos cada vez sorprenden menos, empieza a convertirse en algo habitual.
Siempre que aparece nuevo disco del patriarca del rock mantengo la esperanza de encontrarme con un sonido que difiera algo de sus últimos trabajos pero siempre me acabo encontrando con una producción que es más de lo mismo.
De los 11 temas que componen su décimo quinto trabajo A veces cuesta llegar el estribillo, salvo de la monotonía La cera que arde, por su ritmo de reggae, la relajada Rompe la cadena (con letra de su hijo Rodrigo) por su acercamiento a la canción de autor, Contigo mismo por su medio tiempo e irónica letra y el single de presentación por lo simpático video clip que lo acompaña.
El resto, repetitivos guitarreos con el sello propio del madrileño, en la que podía destacar por encima de todas el tema Amaina la tempestad.
El barco de Rosendo aunque es viejo, flota con seguridad pero necesita adentrarse en otras aguas, esos puertos que el madrileño visita de cuando en cuando en forma de versiones en discos tributos y que son unas muestra de que tiene conocimientos de sobra para abarcar otros sonidos.
Lo que si resulta interesante son los distintos formatos en los que se ha puesto a la venta, tanto el disco-libro en CD como la edición en vinilo.

2 comentarios:

  1. Rosendo no tiene que inventar nada ya.

    Al menos, hace bien lo que hace.

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  2. Los de Pereza le podrían producir algún disco para darle una sonoridad más actual.
    un saludo

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