La mayoría de nosotros andábamos a gatas cuando Javier Krahe ya era un rostro conocido en el escenario y se agarraba a una guitarra haciendo rimar versos .
Tras tantos años la voz cada cada vez más castigada de Krahe pero sin haber perdido un ápice de su capacidad ingeniosa de crear canciones llenas de ironía, humor, amor y algún que otro tirón de orejas.
En este nuevo disco Toser y cantar sin grandes sorpresas musicales, que sigue teniendo la misma base que caracteriza la música de Krahe, tienen cabida ese canto a las musas (Cántaro y yo, Las musarañas o En brazos de Eva) un amor anhelado a ritmo de Vals (Vals de los recuerdos), su punto de vista sobre el universo y la ciencia (Osa mayor) y una irónica canción patriótica (Dos de mayo)
Pero las dos mejores canciones cierran el disco, La vil televisión, donde se despacha a gusto de la caja tonta y sobre todo Ay Democracia, jugando con las palabras a doble sentido, burlándose del sistema político, al más puro estilo de la mítica Cuervo ingenuo con frases como “Me gustas democracia, porque estas como ausente con tu disfraz parlamentario” o “Te toco poco últimamente. Pero, en fin, ahí estas, mucho peor seria que te esfumaras como antiguamente”.
El disco se completa con un libro de 200 paginas (De mil amores) donde el escritor Miguel Tomás y Valiente analiza su cancionero.
Lo bueno de Krahe es que siempre mete algún "experimento" nuevo. En este caso, un vals y una canción con piano y voz ("La cientouna"). Y sí, las letras igual de brillantes que siempre.
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