jueves, 1 de septiembre de 2011

Latidos y mordiscos...Dona sangre, dona vida.


Ése es el acertado lema de los donantes de sangre en España. Por una vez y sin que sirva de precedentes, no voy a quejarme de nada, ni a presentar injustas situaciones, ni agravios, ni querellas. Muy al contrario, quiero dedicar mi espacio a un acto tan generoso y altruista como lo es donar tu propia sangre. Porque mientras que para el católico, fe y buenas obras van de la mano para el camino al cielo, para un donante, sea creyente o no, la única satisfacción es creer que ha ayudado a la sociedad. No sabe si su sangre va a ir a parar a un ateo confeso o a la juventud del Papa, si a un barcelonista recalcitrante o al más acérrimo Ultra Sur. Esa es la verdadera generosidad. Dar una más que evidente parte de ti sin saber a quién va a beneficiar, sin recompensa económica como en EEUU, ni mucho menos moral. Sólo la satisfacción de saberse generoso. Dona sangre, dona vida.

autor AZAÑAS

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