miércoles, 2 de noviembre de 2011

Latidos y Mordiscos...El principio del fin



Que Kofi Annan, ex Secretario General de las Naciones Unidas, estuviera en España, era una señal, pero pocos quizá aventuraban un comunicado por parte de ETA tan rápido como engañoso. ¿Por qué anuncian el fin del uso de la violencia pero no la disolución de la propia banda? ¿Qué sentido tiene un grupo terrorista que no ejerce el terror? Pese a ello, yo soy de los que creen que este no es más que el principio del fin. Que dejen de matar es un primer paso, demasiado corto para algunos, pero es un paso firme y hacia delante para un País Vasco en paz. Los siguientes pasos, creo que también estarán claros: pedir perdón por el dolor infligido y disolverse.
Pero llegados a este momento y si de verdad queremos una paz real y duradera, quizá no debamos exigir esfuerzos únicamente a los que apoyaron la violencia. Un proceso de reconstrucción y de pacificación requiere de voluntad y talante por parte de todos los implicados, ya fueran víctimas o verdugos. Con ello, ni pretendo equipararlos ni digo que haya que olvidar, ni mucho menos, pero desde luego, sí perdonar. No es lo mismo –y no lo estoy diciendo- el etarra que murió colocando su propia bomba que las personas inocentes que cayeron en la misma acción, pero el dolor de una madre ante un hijo muerto sí es igual, fuera este hijo de HB o del PP. Quizá nunca vengan mejor que ahora aquellas palabras pronunciadas por Manuel Azaña en 1938, en plena Batalla del Ebro: Paz, Piedad y Perdón.

autor Azañas.

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