sábado, 17 de septiembre de 2011

El Testa

-Tengo una mala noticia que darte.

Me dijo mi chica, con esa media sonrisa traviesa que se gasta al vacilarme, nada mas entrar por la puerta de casa.

-¿Que ha pasado?

Pregunte, sabiendo que la noticia no trataría de nada realmente serio.
Yo la miraba y ella mantenía su sonrisa intacta.

-Cierran el Testa, y este Sábado es el último día que abren, hacen una fiesta de despedida, habrá que ir ¿no?

Así me entere del cierre del mítico bar de cantarranas.
Lo cierto es que es una noticia un poco triste para mi, debe ser el bar en que mas cachis, copas , y cervezas me habré tomado. Con los años vas cambiando de bares, otros los van cerrando  o cambiando de dueño, pero el Testa seguía ahí, como si no pasara el tiempo por él. Habían caído ya La Antigua Cervecería, El Cubi, el antiguo Deltoya, el Traste, la Adeshora, el Bogart, el Trastero, hasta el Malecón y el Paralelo ( he de reconocer que también parábamos por allí), la gran mayoría de los bares que frecuentábamos cuando empezaba a salir estaban K.O. , solo sobrevivía el Testa, como símbolo de una época.
A ese bar no he dejado de ir nunca, al principio iba a la hora feliz 2X1, cosas de la economía, pero con el paso   de los años iba por que si, por que me gustaba su musica, su ambiente, el trato ; no conozco muchos sitios, por no decir ninguno, en los que cuando vas a pedirle una canción al pincha, en vez del típico luego, luego con ese dedo indice dibujando círculos a la altura de la sien, que mas bien parece decir -Tu estas loco-, te pasen un par de cd´s con las canciones del grupo que has pedido, para que elijas. Eso no suele pasar mucho por aquí. Si el pincha te conocía un poco, cuando te veía pinchaba alguna canción de las que le solías pedir, y eso no pasa mucho por aquí.

En el Testa viví yo la transición del vaso de tubo al vaso de sidra, cuando casi nadie tomaba las copas en vaso de sidra, a nosotros Tere nos lo servia en vaso ancho a condición de que devolviéramos los vasos en mano. Tengo tantos recuerdos en el Testa que podría contar mil anécdotas, los enfados de las antiguas novias por empeñarnos en ir (por eso ahora son exnovias), los ligues, los bailes, las imitaciones (soy especialista en imitar a bunbury cuando suena sirena varada o el extranjero), y el cantar canciones, por que el Testa era un bar donde la gente cantaba las canciones que ponía el pincha, daba igual si bien o mal, te dabas la vuelta echabas un vistazo a la gente y veías como medio bar coreaba eso de " hay que dejar el camino social alquitranado...........) y pensabas, no estoy solo en esto.
No puedo pasar por alto, si hablo del Testa , a su escarpia. Tenia el bar en la columna que hay junto a los baños, a lado de la maquina de tabaco,  una escarpia clavada a tal altura que solo podías utilizarla como perchero si sobrepasabas el metro ochenta y cinco como poco, y como yo lo sobre paso, teníamos nuestro perchero privado siempre a nuestra disposición, ya podía estar el bar hasta arriba de gente, las cazadoras amontonadas por todas partes (en Valladolid el invierno es muy frío, y en el testa siempre hace mucho calor), que siempre estaba libre la escarpia esperándonos para dejar nuestras cazadoras, y para mi son esas pequeñas cosas las que hacen que decida ir a un bar o a otro, que un bar sea más que un bar.

En fin, ya solo nos queda despedirnos como la ocasión lo merece, como caballeros y con estilo. Me pondre mi mejor camiseta de Loquillo, mis vaqueros negros, y mis botas de "chupamelapunta" y me iré a despedirme del Testa, bebiendo, cantado e incluso imitando a Bunbury, como si no lo fueran a cerrar, como si el viernes que viene lo volvieran abrir, que es lo que le pega.

Ciao.

 

1 comentario:

  1. "Vas a cerrar el Bar? No jodas! Yo quiero rock'roll! A donde voy ahora?"
    Al encontrarme fuera de la ciudad no pude asistir. Un montón de grandes momentos se quedan ahí encerrados.
    Salud!

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